“Basta decir ‘es un hombre’ para destrozarle la vida a una jugadora”

Madrid

“Es un trastorno genético, es hereditario, nadie tiene la culpa”, explica María José Martínez Patiño, como si necesitara todavía justificarse. La plusmarquista española tuvo que sufrir todo tipo de humillaciones cuando un test cromosómico determinó que no podía competir como mujer en la década de los 80. “Se trata de un trastorno que no es muy habitual, producido por una mutación que impide el desarrollo de hormonas masculinas. Yo me he desarrollado como una mujer”. Ahora trabaja como asesora científica de la Comisión Médica del COI, el Comité Olímpico Internacional, volcada en evitar que otras mujeres sufran el infierno por el que ella tuvo que pasar. Por eso, le parece “increíble en pleno siglo XXI” la decisión de la FIFA de practicar pruebas de género a las jugadoras del Mundial de Fútbol Femenino de Canadá. “Es imposible que un hombre se pueda hacer pasar por una mujer en una competición de alto nivel en cualquier deporte”, sostiene, y se pregunta cómo puede ser posible que “baste con que yo diga que una persona es un hombre para arrojar sobre ella toda la crítica, la controversia y la cuestión mediática. Y le pueden destrozar la vida”.

Para María José Martínez Patiño, “no es un tema binario, en esa línea tan fina que puede determinar el sexo de una persona hay montones de posibilidades marcadas por la propia genética”. Y no sólo por la genética. “El nivel de andrógenos, de testosterona, varía con el entrenamiento, el deporte, la raza, incluso con el lugar en el que vives”. Aun así, a Patiño no le extraña que se sigan practicando estas pruebas para las que no existe ningún consenso científico, teniendo en cuenta que “los órganos de poder de decisión de los grandes organismos deportivos son hombres”, y denuncia que “lo peor es que no preguntan a expertos o científicos, como en mi caso”. Esta plusmarquista tuvo que preocuparse de buscar por sus propios medios a especialistas que la ayudaran a demostrar que su trastorno no tenía por qué significar una ventaja deportiva.