Berlín, capital de los campeones

Berlín

Cuando el calor aprieta, nada mejor que ponerse a remojo. Darse un chapuzón en el centro de la ciudad es posible en el Badeschiff an der Arena, una piscina instalada en pleno río Spree que cuenta además con una zona de playa artificial con tumbonas, solárium, bar y zona para masajes. Los más culturetas pueden optar por pasarse por el Berlin Whirpool Kino Open Air, un cine al aire libre en el que los espectadores ven la película metidos en un jacuzzi.

En días calurosos es imprescindible calmar la sed y para ello, ¡qué mejor que probar la gran variedad de cervezas alemanas en uno de los numerosos Biergarten que encontramos en la ciudad! En caso de no encontrar sitio, otra opción es subir a una de las terrazas-bar desde las que se puede contemplar una panorámica de la ciudad, como el Deck 5, en el barrio de Prenzlauer Berg.

Una lección de historia desde un punto de vista poco convencional y a baja temperatura. El subsuelo de Berlín sorprende al visitante porque documenta a la perfección algunos de los momentos más destacados del siglo XX. Una ruta por los bunkers y por los refugios antiaéreos que trasladan al visitante a la II Guerra Mundial y a la Guerra Fría.

Una opción segura, sobre todo, si se viaja con niños. Es uno de los zoológicos con mayor cantidad de especies animales del mundo. Abrió sus puertas en 1844 y fue el primer zoológico de Alemania. Cuenta con un acuario en el que se puede ver además de peces, corales o medusas, especies impresionantes como las rayas de hocico de vaca y los tiburones de punta negra.

No se puede abandonar Berlín sin haber visitado alguno de sus mercadillos, los conocidos como Flohmarkt. Son mercados de segunda mano al aire libre en los que se puede encontrar todo tipo de artilugios, muebles, ropa, calzado y también puestos de comida y bebida. Uno de los más conocidos es el de Mauerpark, que se celebra todos los domingos pero hay multitud de ellos por toda la ciudad. Destacan también el Flohmarkt de Boxhagenerplatz, el de Arkonaplatz y el de Tiergarten. Eso sí, solo el mercadillo de Mauerpark dispone de karaoke al aire libre y acudir como público constituye un buen plan para un domingo. Sobre todo si es un domingo de resaca tras una larga celebración por haber ganado la Champions.