¿Quién quiere jugar a ser millonario?

Madrid

Dinero llama a dinero. Desde 1935, Monopoly ha sido uno de los juegos de mesa más vendidos del mundo. Así lo avalan más de 275 millones de copias, versiones para 111 países y traducciones a 43 idiomas. Gana el mejor estratega, quien acaba arruinando al resto. Curioso afán en tiempos de crisis para un ingenio que nació después del crack del 29.

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Monopoly, producido actualmente por la empresa estadounidense Hasbro, ha sido históricamente el juego de bienes raíces (inmuebles ligados al suelo) más popular, pero no el primero. La pionera fue la diseñadora Elizabeth Lizzie Maggie, que creó en 1903 The Landlord's Game para ilustrar el florecimiento del universo económico al inicio del siglo pasado.

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En nuestro país, el desarrollo de Monopoly tuvo lugar después de la Guerra Civil, pero bajo otro nombre que muchos recordarán. La versión española era prácticamente igual, salvo por las calles de Madrid en las casillas y el nombre de la caja: era El Palé, patentado por el malagueño Francisco Leyva Vances , que tomó las iniciales de Paco Leyva.

Hoy por hoy, el juego destinado a crear millonarios en potencia se ha convertido en una fuente inagotable de riqueza. Según datos que aporta la compañía, se han construido más de seis billones de casitas verdes y 2,25 billones de hoteles rojos. En los 80 conquistó el mundo de los videojuegos, en los 90 las videoconsolas y ahora los dispositivos móviles, con más de 10 millones de descargas.

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Con el paso de las décadas han cambiado los peones, los billetes, los impuestos, hay ediciones conmemorativas por doquier (películas, dibujos animados, aniversarios, promociones...), una versión en Braille para ciegos, partidas de hasta 70 horas seguidas, incluso con billetes reales, así como campeonatos mundiales on line como el celebrado en mayo, con una gran final que se disputa hoy en Macao, Hong Kong – China, capital mundial del juego después de Las Vegas.