¿Forofismo político?

Madrid

El primer ministro de Francia, Manuel Valls, no quiso perderse la final de la Champions. Nació en Barcelona y es culé desde que tiene memoria, así que hasta ahí nada que objetar. El asunto es que viajó hasta Berlín en avión oficial con sus hijos y con cargo al contribuyente. Aquí, el conseller de Territorio de la Generalitat de Cataluña acusó en Twitter al Betis de dejarse ganar frente al Sporting y sembró dudas sobre la "sorprendente motivación" del Lugo, que empató ante el Girona, circunstancias que impidieron al club catalán ascender directamente a Primera.

Sabemos que el fútbol levanta pasiones y que todos somos humanos. Pero personajes de tal relevancia política deberían tener claro que las aficiones privadas no se pagan con dinero público y que el juego limpio exige saber perder sin lanzar acusaciones más propias de una conversación de barra de bar que de un foro público en el que escribes como conseller de la Generalitat. Siempre les cabe dejar la política y dedicarse al fútbol.