¿Por qué no hay pistas de hierba en España?
Carlos Corredor, director deportivo del club tenis pádel Aravaca, nos cuenta las dificultades y los costes de mantener una pista de hierba natural
España, tenísticamente hablando, es el país de la tierra batida: nueve Roland Garros ocupan las vitrinas de Rafa Nadal, Madrid acoge un Master 1000 y Barcelona un Open 500 en esa superficie y todas las Copas Davis que hemos ganado en nuestro país han sido sobre tierra. El cemento, la pista dura, también tiene un hueco en nuestro calendario y es que, hasta este año, Valencia ha acogido un torneo es esta otra superficie. Pero, ¿y la hierba? ¿por qué no un torneo de hierba aquí?
Ya lo dijo Manuel Santana hace muchos años, antes de ganar Wimbledon, “la hierba es para las vacas”. Y es que, consultada la Federación, no encontramos en estos momentos ninguna pista de tenis de hierba natural en España.
Los costes de mantenimiento y el escaso rendimiento que se le puede dar a este tipo de pistas son algunas de las causas de la ausencia de ellas en nuestro país.
Hace unos años, el club López Maeso de Madrid (ahora club Tenis Pádel Aravaca) pudo presumir de tener la única pista de hierba natural en España. Carlos Corredor, su director deportivo, nos cuenta como una estrella del calibre de Björn Borg fue el que la inaguró allá por 1993. Guillermo Vilas o Vivi Ruano han sido algunos de los tenistas que pudieron entrenar en ella. Pero cinco años después, los costes y la falta de rentabilidad, hicieron que la pista del club definitivamente desapareciese
