Abran bien los ojos, que los cambios van en serio
José María Izquierdo pone hoy su ojo en los primeros gestos adoptados por los nuevos alcaldes de las capitales gallegas

Bruselas
Pues ya está: los nuevos alcaldes o alcaldesas, apoyados en los partidos de izquierda clásicos –PSOE e IU- y en distintas organizaciones sociales, ya tienen en sus manos las varas de mando de ciudades tan importantes como Madrid y Barcelona, pero también Sevilla, Valencia o Cádiz. Las últimas elecciones demostraron, a las bravas, que la ciudadanía quería caras nuevas y otras maneras de hacer política. Pues ahí están, aunque haya gentes que todavía no hayan comprendido los terremotos.


Apenas 24 horas después de tomar posesión, los tres alcaldes gallegos de las Mareas, Martiño Noriega, por Santiago, Xulio Ferreiro, por A Coruña, y Jorge Suárez, por Ferrol, han excusado su presencia en Lugo en la denominada Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Señor Sacramentado, una misa y procesión católicas que preside el arzobispo de Santiago y que se celebra desde 1669. ¿Molesta? A la derecha y a la Iglesia, sí, por supuesto, que ya han lanzado sus quejumbrosos lamentos. “El olvido de Dios”, ha dicho el clérigo, pero ¿por qué tenían que acudir esos alcaldes a una ceremonia religiosa que nada tiene que ver con sus obligaciones políticas? A este Ojo, por ejemplo, lo que de verdad le ofende es oír a ministros y ministras rogar a vírgenes y santos que acaben con el paro.
Las imágenes nada harán. Encárguense ustedes, que para eso les pagamos.




