Íñigo Cervantes: “Con las lesiones se pasa mal, pero soy muy cabezón”

La carrera de Íñigo Cervantes (Irún, 1989), no se entiende sin la palabra 'sacrificio'. El vasco sufrió a final de 2012 una serie de graves lesiones que le apartaron del tenis justo en el momento en el que estaba explotando. Cuatro operaciones después y casi tres años, ha vuelto al sitio en el que estaba. "Estoy casi como estaba, estoy en un momento importante", resume.

En 2015 suma dos victorias en torneos Challenger y otra final que le aupan entre los 100 primeros del ranking del año. "No me planteo objetivos, voy semana a semana", explica intentando escapar de la presión de ver que sus resultados en esta primera mitad de curso son muy buenos.

Una de las claves está en un cambio crucial, en irse a Jávea para trabajar con el hermano de David Ferrer, Javier. Junto con Israel, el otro técnico, admite haberse hinchado a entrenar en "noviembre y diciembre". Los frutos del trabajo siempre suelen aparecer, aunque Íñigo sabe que habrá algún bache, lo más importante es "estar preparado".