"El interés de los partidos políticos sigue siendo insuficiente"
Borja González de Mendoza es uno de los socios de Sentisis, una empresa que analiza los mensajes que se emiten en las redes sociales para saber si tienen contenido positivo o negativo.


Madrid
Las redes sociales cada vez están más presentes en las vidas de los ciudadanos. Estas herramientas han roto el mensaje unidireccional de las empresas y de los partidos políticos con las personas. Ahora, desde perfiles de redes como Twitter y Facebook cualquiera puede responder, exigir o reclamar a estas organizaciones. Esta forma de comunicación ha ofrecido un nuevo nicho de negocio donde ha irrumpido Sentisis, una empresa que analiza los mensajes que se emiten en las redes sociales para saber si tienen un contenido positivo o negativo. Hablamos con uno de sus socios, Borja González de Mendoza.
¿Qué es sentiment analysis?


"El sentiment analysis es el examen del contenido emocional de una frase: positivo, negativo o neutral" responde González de Mendoza. Esta combinación de términos es la que da origen al nombre de la compañía, Sentisis, que nació en 2012 y desde entonces no ha dejado de crecer, y está preparando su aterrizaje en Estado Unidos para septiembre.
Uno de los clientes más llamativos de esta empresa son los partidos políticos. Aunque mantiene la confidencialidad sobre las formaciones que han acudido a ellos, González de Mendoza admite que trabajan con partidos y administraciones "en más de cinco países". Considera, en todo caso, que "los partidos siguen sin prestar suficiente interés" a las redes sociales, sobre todo -en el caso de España- las formaciones clásicas, como el Partido Popular y el Partido Socialista.

Borja González de Mendoza es uno de los socios de Séntisis,

Borja González de Mendoza es uno de los socios de Séntisis,
Lo que hace a Sentisis distinta de otras empresas que analizan los mensajes en las redes sociales es que en Sentisis "interpretan" el contexto de los mensajes. Esto es posible a partir de tres áreas de trabajo: inteligencia artificial, un algoritmo propio y un trabajo lingüístico muy concienzudo, explica González de Mendoza.
El proyecto, que tiene tres años de vida, ya ha ajustado el rumbo varias veces, un consejo que da González de Mendoza a las startups que empiezan: "Hay que reaccionar, tomar decisiones y cambiar la idea original", recomienda.




