Un pequeño esfuerzo, señor Presidente

Madrid

La falta de coherencia es decir algo que no tiene sentido. Realmente nadie puede achacar ese defecto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando habla en público. Lo que dice tiene sentido: el problema es que en cada vez más ocasiones se trata de obviedades tan enormes que desconciertan al interlocutor. “La lluvia moja” es una frase que tiene sentido, pero es tan obvia que si alguien se la comenta a un vecino, por ejemplo, en el ascensor, lo más probable es que el vecino se mosquee.

Ampliar

Cerrar

Una obviedad es algo que aparece inmediatamente como verdadero y Rajoy se ha especializado en ese tipo de frases, cada día más, hasta un extremo que empieza a resultar chocante. “Cuando haya algo, si lo hay, lo sabrán y lo demás no tiene sentido”, dijo ayer. “Una cosa es la bandera, y otra, ir con extremistas”, aseguró poco más tarde. Pues sí, claro, tiene razón, es evidente. Pero ¿no sería razonable pedir al presidente del Gobierno que se esfuerce un poquito más cuando habla?, ¿que articule un poco más su pensamiento? Saber expresarse oralmente era una actividad central de la vida política hace años y aún lo es en bastantes países. Recurrir a tantas obviedades en el habla puede ser consecuencia de un titubeo excesivo en lo que se quiere decir o de una vagancia expresiva notable. En los dos casos, parece que un político con altas responsabilidades debería estar obligado a corregir esa inquietante deriva. El presidente Mariano Rajoy ha demostrado en el pasado que, cuando se esfuerza, puede.