La universidad se desangra
La profesora de filosofía del derecho de la universidad Carlos III de Madrid analiza la caída de alumnos en las universidades públicas

Madrid
Estaba claro que con estas políticas la universidad se iba a desangrar. Hoy los estudiantes están pagando, prácticamente, lo que cuestan sus estudios, en un porcentaje que varía del 15% o el 25% en primera matrícula, hasta llegar al 100% o más, si se trata de repetidores. En la práctica, esto significa que los precios se han liberalizado y que los alumnos con menos recursos o los que no pueden endeudarse para estudiar, acabarán siendo expulsados del sistema, como está pasando.
Ya no estamos frente a una universidad genuinamente pública, ni podemos decir que tenemos “derecho” a acceder a los estudios universitarios; caminamos, más bien, hacia un modelo privado de gestión universitaria basado en la desigualdad, el endeudamiento de los estudiantes, y el negocio de la Banca.
Pero no teman, porque no vamos a morir todos. A esta escabechina sobrevivirán las Universidades situadas en las zonas más ricas, Madrid y Cataluña, por ejemplo, pero en las zonas rurales o en provincias, donde las rentas son más bajas, el panorama será muy distinto. Algunas universidades no podrán competir. Habrá universidades de primera, para ricos y universidades de segunda, para pobres, y cuando salgan al mercado laboral no todos estos estudiantes tendrán las mismas oportunidades.
La subida de tasas y las becas raquíticas nos condenan a una sociedad clasista y fracturada, donde, desde luego, no tendremos esa sobrecualificación que tanto se critica, sino más bien un montón de gente depauperada, sin formación y sin futuro.




