Democracia sin miedo
Los griegos son llamados a las urnas por su gobierno y podrían acabar con la unión monetaria
Madrid
La democracia vuelve a cruzarse en el camino europeo. En 2005, el referéndum que Jacques Chirac convocó en Francia para ratificar la Constitución Europea arrojó una victoria del no por el 55% de los votos. La voluntad de una nación se interpuso para dar al traste con un proyecto más amplio. Ahora, los griegos son llamados a las urnas por su gobierno y podrían acabar con la unión monetaria. Sin embargo, la respuesta que dieron los franceses abrió una serie de puertas que hasta entonces habían permanecido cerradas y el resultado griego llevará a escenarios hasta ahora descartados por los acreedores. Recordemos que en 2009, los islandeses rechazaron en referéndum asumir la mala gestión de sus bancos y eso posibilitó negociar mejores condiciones a su deuda. Justo lo que intenta Tsipras desde hace meses. Nadie sensato cree que Grecia podrá pagar la deuda contraída en medio de una crisis de grandes dimensiones y con una moneda a medio construir. La democracia es un inconveniente pero si se ejerce con sensatez, suele poner las cosas en su sitio.