Endurecerse, pero sin perder la ternura
Jamás perdió la capacidad de mirar las cosas con poesía
JUAN CRUZ 29 JUNIO
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Madrid
Ernesto Che Guevara dejó dicho que había que endurecerse pero nunca perder la ternura. Manu Leguineche, el legendario cronista del mundo, que viajó por todas partes y conoció la angustia de las guerras sobre las que escribió, jamás perdió la capacidad de mirar las cosas con poesía, y eso lo hizo excepcional. Su libro La felicidad de la tierra, que recomiendo siempre, así como el que escribió sobre el club de los faltos de cariño, representan esa manera de ser, entre hosca y hospitalaria. Desde hoy se le rinde homenaje en Guadalajara, la tierra que eligió para vivir este vasco cuya falta es un drama para el periodismo.