CIES: ¿Centros de sufrimiento?
El cine fija su mirada en los Centros de Internamiento de Extranjeros. Hablamos con los directores de dos documentales que retratan la vida de los internos. Thimbo fue uno de ellos, nos contagiará su miedo, “nunca olvidaré la noche que me encerraron”

Madrid
“Prefiero volver a pasar hambre, que volver aquí”. Esa es una de las frases, escrita en árabe, que se puede leer en el techo del CIE de Zona Franca de Barcelona.
Los centro de internamiento de extranjeros siguen en el punto de mira de los derechos humanos, y ahora también del cine.
Thimbo, un joven senegalés de 26 años, que llegó a España en cayuco, nos va a contar en primera persona qué ocurre dentro de un CIE.
Esta semana en Punto de Fuga hablamos de los Centros de Internamiento bajo la mirada de dos personas que han tratado que reflejar en la gran pantalla lo que ocurre dente de esos centros, conocido por muchos como los ‘miniguantanamos’ españoles.
Hablaremos con Alicia Medina, la directora de ‘La puerta Azul’, un documental basado en la vida en el CIE de Zapadores en Valencia, uno de los centros donde han denunciado malos tratos.
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También nos acompañará David Marrades, que ha dirigido el documental ‘23 30. Una historia cautiva’, que ha ganado el premio del Jurado en el Festival Artículo 31 de Médicos del Mundo.
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También analizaremos esta situación con Francisco Solans, exsubdirector de la comisión de Extranjería del Consejo General de la Abogacía.
Vidas salvadas
Nos subiremos también a bordo del ‘Dignity 1’, uno de los tres navíos de Médicos Sin Fronteras, que desde mayo, navegan día y noche tratando de rescatar a los refugiados que se lanzan al Mediterráneo a la desesperada.
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Han rescatado ya más de 5.000 personas.
Un ferrocarril amenaza el Amazonas
Pueblos indígenas de la Amazonía y la organización no gubernamental Survival han alertado sobre el riesgo de destrucción que supondría para su población la construcción de una línea de ferrocarril que atraviese la selva amazónica desde Brasil hasta Perú uniendo el océano Atlántico y el Pacífico.
Se trata de 5.300 kilómetros de línea que atravesaría el mis mismo pulmón del mundo, un de un proyecto que durante muchos años ha estado guardado en un cajón, pero que se reaviva ahora tras el interés de China de asumir su construcción.


Las tribus indígenas que viven en el corazón del Amazonas tienen miedo a que vuelva a repetirse lo que ocurrió con el proyecto la década de los 80, cuando un proyecto ferroviario abrió la veda a la llegada de madereros ilegales.




