Singapur, un vínculo entre culturas

Madrid

Situado al sur de Tailandia y al noroeste de Indonesia, Singapur es un país que, a pesar de estar formado por 63 islas, está considerado el más pequeño del sudeste asiático. Es además uno de los centros financieros más ricos del mundo y el segundo puerto que más mercancías mueve. Su población es muy diversa: de los 5 millones y medio de habitantes que tiene el país, alrededor de dos millones son de origen extranjero y entre los nativos, hay una mayoría de origen chino, y una minoría de malayos, indios y euroasiáticos. Esta diversidad tiene su reflejo en los cuatro idiomas oficiales del país, que son el inglés, el chino, el malayo y el tamil, y en las políticas gubernamentales que promueven el multiculturalismo.

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Norma lleva 3 años y medio viviendo en Singapur y nos explica que el turismo de compras es el más puntero, sobre todo el destinado a los artículos de lujo. Y, de forma paralela, uno de los atractivos del país es la variedad gastronómica. Tanto es así que, lo habitual, es que los singapurenses coman fuera de sus casas. El plato típico es el pollo con arroz, aunque suelen acudir a zonas como China Town o Little India para disfrutar de menús que tienen un coste entre 3 y 5 euros.

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La principal preocupación de la población local es la adquisición de una vivienda debido a su alto coste, mientras el gobierno centra sus esfuerzos en el crecimiento del país y la autosuficiencia. Ya que la pequeña dimensión del país y la importación de la mayoría de los productos necesarios para abastecer a los singapurenses, puede suponer un problema en el futuro.

La diversidad cultural es otra de sus joyas. Considerando que musulmanes, budistas, hindúes y cristianos conviven en 716 kilómetros cuadrados, Singapur tiene muy presente el entendimiento entre diferentes religiones y culturas. Y, además, tienen gran preocupación por el orden y la limpieza. Tanto es así que los chicles están prohibidos y comer o beber en el metro o tirar un cigarrillo al suelo se sanciona con hasta 500 euros de multa.

Singapur, país de negocios, compras, diversidad cultural, orden, limpieza, gastronomía y prohibiciones. Un lugar que, sin duda alguna, invita a la reflexión.

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