El fuego diez años después
Agrupaciones ecologistas reclaman mayor inversión en planes de prevención

Este verano en España no ha sido el que ha registrado un mayor número de incendios desde que el Ministerio de Medio Ambiente comenzara a recoger datos en 1968. De hecho, durante la última década se mantiene una tendencia a la baja tanto en hectáreas quemadas (1 hectárea son 10.000 metros cuadrados) como en número de fuegos que tienen lugar a lo largo de la geografía española.
En lo que ha transcurrido de verano, los focos más importantes se han concentrado en Quesada, un pequeño pueblo en la provincia de Jaén y en Sierra de Gata, al norte de Extremadura. En el primer caso, después de dieciocho días de extinción han sido calcinados 10.098 hectáreas de los que solo 342 era superficie agrícola y el resto forestal; en Sierra de Gata las llamas arrasaron con 7817 hectáreas de las que 6400 eran fincas.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Situación de Sierra de Gata tras el incendio
Los trabajos de extinción generan unos costes económicos que según los datos de la Sociedad Española de Ciencias Forestales ascienden hasta los 1800 millones de euros al año. Esta cifra se debe considerar a la par de la cantidad de focos que tienen lugar de media en territorio español: 14500 de media de los que el 55% son intencionados según las estimaciones de la organización ecologista WWF.

Zona de olivos de Perales del Puerto (Cáceres) arrasada por el incendio que estos días ha afectado a la Sierra de Gata. EFE/Carlos García / Carlos García

Zona de olivos de Perales del Puerto (Cáceres) arrasada por el incendio que estos días ha afectado a la Sierra de Gata. EFE/Carlos García / Carlos García
Para evitarlos, Lorena Hernández, portavoz de WWF, considera que es urgente incrementar las partidas presupuestarias a la prevención de incendios y no a la extinción: “las administraciones deben elaborar estrategias de concienciación, limpieza y conservación del suelo” que consoliden las zonas rurales y mejoren la calidad de la zona. De esta forma, el bosque mediterráneo, que caracteriza a la mayor parte de España, puede afrontar con mayores garantías un conato.
En este sentido, Hernández apunta hacia la necesidad de incluir nuevos métodos de limpieza y consolidación incluidos dentro de esa nueva estrategia de prevención: “la utilización del fuego bueno para afrontar el ataque del fuego malo es una medida novedosa en el país que podría eliminar el bosque homogéneo [con mayoría de una misma especie] para crecer de nuevo con las especies de la zona”, afirma Hernández.
La tesis propuesta por WWF también concuerda con los postulados de Greenpeace. Miguel Ángel Soto, portavoz de esta organización ecologista, realza el valor de nuevas estrategias que afronten con eficacia la conservación de los montes: “el medio rural está muy abandonado desde hace algo más de medio siglo y es necesario fomentar actividades asociadas al campo como el fomento de la biomasa”.
- Ley de Montes

Eric Pestano
(Tenerife, 1992) Jefe de informativos y programas de SER Las Palmas desde el 2022. Graduado en Periodismo...




