"Ser voluntario es como estar apuntado al gimnasio"
Mariví Fernández es voluntaria en una residencia de ancianos desde hace siete años, un tiempo que ha dedicado a hacerle la vida más fácil a las personas mayores.

BOG07. CÚCUTA (COLOMBIA), 28/08/2015.- Un grupo de colombianos, con ayuda de miembros de la Policía Nacional, pasa sus pertenencias por el río Táchira desde Venezuela hoy, viernes 28 de agosto de 2015, hacia el lado de Colombia en la frontera. El miedo a / Mauricio Dueñas Castañeda (EFE)

Madrid
"Ser voluntario es como estar apuntado al gimnasio. Sabes que tienes que ir, pero siempre encuentras la excusa para no hacerlo". Lo dice Mariví Fernández, madre de familia numerosa que desde hace 7 años encuentra cada semana un pequeño hueco para visitar una residencia de ancianos en Madrid.
Los martes son sagrados en su casa. De nada sirve que su hija adolescente le insista en salir de compras, porque el martes Mariví lo tiene reservado para Antonio, un anciano a quien saca a pasear y le ayuda a desconectar de la monotonía del centro.
Mariví les visita, les da la mano, les habla, comparten anécdotas... y eso para ellos es un mundo. Sin embargo, ella dice el trabajo de un voluntario en una residencia de ancianos es triste.
Reconoce que hace malabares para tener tiempo para todo: la casa, los niños y sus "otros niños, las personas mayores. Su familia admite su valentía.
Pero sobre todo, a Mariví le ilusiona y emociona pensar en la tremenda satisfacción y en las sonrisas que recibe por su pequeño gesto como voluntaria.




