A Mariano Rajoy | 02-09-2015

Madrid

Señor Presidente del Gobierno, cada vez que se embarque para emprender un vuelo, convendrá que quienes nos quedemos en tierra procedamos a abrocharnos los cinturones de seguridad. Cuando voló a Bruselas hizo el relevo del ministro de Educación y ahora en Berlín acaba de lanzar la proposición urgente que presenta su partido para modificar la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. Una vez más va de la parálisis a la epilepsia, declina sus responsabilidades, pretende apropiarse de la bandera de la unidad y expulsa a los demás a las tinieblas de la sospecha. ¡Bingo!