Un pequeño paso más cerca de la verdad
La confirmación de que los restos de fuselaje aparecidos en la isla de La Reunión corresponden al vuelo desaparecido de Malaysia Airlines en marzo de 2014 abre una nueva vía legal para los familiares, además de suponer un pequeño alivio psicológico tras más de un año sin saber el fatal destino de sus seres queridos.
Madrid
El mayor misterio de la historia de la aviación comercial solo arroja una certeza: los restos recuperados a finales de julio en la isla francesa de La Reunión corresponden al Boeing MH370 desaparecido hace casi año y medio. Nada más. Quizá cambie el hecho de que pudiera seguir secuestrado, pero no de que lo fuera en ruta. “Solo constata que el avión se ha siniestrado”, como precisa José María Pimentel, socio de DAC Beachcroft, firma internacional de abogados con experiencia en la gestión de grandes siniestros.
Pimentel precisa que se trata de un paso muy importante desde el punto de vista psicológico para los familiares y amigos de las víctimas. “Quieren saber y están en su derecho de saber qué ha pasado. Viven desde hace más de un año sumidos en la incertidumbre y el dolor por no saber qué fue de sus seres queridos”.
Avance legal
Además, los restos de fuselaje sirven para poder declarar legalmente el fallecimiento de los pasajeros. “Se abre la vía de las reclamaciones que pueden presentar los familiares de los pasajeros para optar a una indemnización por daños”.
En el plano judicial, con la aparición de una sola pieza de esas características, un flaperón (superficie de control del avión situada en el ala que actúa como alerón), “es difícil determinar qué fue lo que pasó, si el aparato se estrelló contra el océano o si explotó en el aire”, explica Pimentel.
Tres jueces instructores encabezan el caso en Francia, uno de ellos de la sección antiterrorista, lo que muestra que las autoridades galas contemplan todas las hipótesis, desde un atentado hasta el fallo técnico o humano. La resolución del enigma, si llegara el caso, permitiría depurar responsabilidades y cuantificar importes.
Quién sabe dónde
El avión de Malaysia Airlines desapareció de los radares en marzo de 2014 tras cambiar de rumbo en una ‘acción deliberada’, según los expertos, tan solo 40 minutos después de haber despegado de Kuala Lumpur con dirección a Pekín y de que alguien a bordo apagara los sistemas de comunicación.
Su búsqueda, dirigida por Australia, Malasia y China, se centra en un área de 60.000 kilómetros cuadrados a unos 1.800 kilómetros al oeste de la ciudad australiana de Perth.