Siempre tarde

Madrid

Empieza a parecer que la principal característica de este gobierno es que llega tarde a todo. Empezó a legislar contra la corrupción cuando Bárcenas iba camino de la cárcel y ya habíamos intimado con la Gürtell y la Púnica.

Llegó tarde para explicar qué hacía Rodrigo Rato con el ministro del Interior en sede oficial. Fue por detrás de los medios y la presión política.

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Y ahora, por supuesto, llega tardísimo a rectificar su decisión de acoger refugiados sirios a cuentagotas. En esta ocasión han sido los ayuntamientos, quebrados, y los ciudadanos, espantados, los que han abochornado al gobierno.

Y por supuesto, también está tardando en explicar por qué ha enviado al ex ministro José Ignacio Wert a París.

Y como se sabe, llegar tarde en política es no llegar.