Recuerdo a Alberto Schommer
A él no sólo le interesaba la fotografía: le interesaba el rostro, plasmarlo en retratos que iban adentro de los personajes
El revés y el Derecho 11 septiembre 2015
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Madrid
Alberto Schommer era el maestro del retrato. A él no sólo le interesaba la fotografía: le interesaba el rostro, plasmarlo en retratos que iban adentro de los personajes. Para eso los disfrazó de sí mismos hasta tal punto que ahora son más verdaderos tal como los vio Schommer. La última serie que se le ocurrió fue la de las manos abiertas de políticos que aspiraban a presidir Madrid. Sólo le falló Esperanza Aguirre. Estuvieron todos los demás. Les pidió que mostraran las manos para explicar que no tenían nada que ocultar. Fue la última vez que retrató por dentro. Y esta vez le interesaron más las manos que la cara.