Nueve días
Alemania vuelve al control de fronteras, la cierra Hungría, lo mismo anuncian Eslovaquia y Polonia, y los ministros de Interior reunidos en Bruselas no avanzan en el diseño de una política de reparto de cuotas
Madrid
Nueve días después de que Alemania enarbolara la bandera de una política de brazos abiertos sobre los refugiados la envergadura del problema ha hecho pisar el freno y dar marcha atrás.
Alemania vuelve al control de fronteras, la cierra Hungría, lo mismo anuncian Eslovaquia y Polonia, y los ministros de Interior reunidos en Bruselas no avanzan en el diseño de una política de reparto de cuotas.
Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser / CADENA SER
Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser / CADENA SER
Pero no nos precipitemos a hablar ya de fracaso como nos precipitamos hace nueve días a anunciar como resuelta la nueva política de puertas abiertas. Estamos en medio de un debate de fondo, crucial para Europa. ¿Será este dramático fenómeno el trampolín que necesitamos para recuperar sentido y contenido más allá de nuestra condición de supermercado? Puede ser. Tenemos que enfrentarnos con nuestra raíz primigenia.
El escritor italiano Erri De Luca lo decía ayer: “Los hombres y mujeres que buscan nuestros países están reinventando la utopía europea, pues sueñan con la Europa próspera y solidaria que ya casi no existe y que nosotros hemos olvidado”.
