Carmen Balcells, la mujer que profesionalizó el mundo editorial

Madrid

En el día que nos deja ha fallecido a los 85 años Carmen Balcells. Conocida como "Mamá Grande", fue la agente literaria que impulsó la literatura española y latinoamericana, que profesionalizó un mundo editorial que hasta los años 60 funcionaba como un club de amantes a las letras y que dignificó la vida laboral de numerosos escritores hasta entonces desconocidos.

Una mujer de provincias que nunca fue a la universidad, pero que supo aprovechar las oportunidades que le ofreció la vida. Un acercamiento con el agente literario Vintila Horia le abrió las puertas a este apasionante y por entonces caótico mundo, y su intuición e ingenio le permitieron iniciar su propio negocio en los años 60. Una mujer de armas tomar que, en numerosas ocasiones, ha demostrado tener gran determinación.

Aunque para Vargas Llosa, uno de sus amadrinados, fue mucho más que una jefa temperamental y una empresaria de éxito. Y así lo ha demostrado este lunes en una columna escrita en El País en la que se puede leer:

"Fue mucho más que una agente o representante de los autores que tuvimos el privilegio de estar con ella. Nos cuidó, nos mimó, nos riñó, nos jaló las orejas y nos llenó de comprensión y de cariño en todo lo que hacíamos, no sólo en aquello que escribíamos. Era inteligente, era audaz, era generosa hasta la locura, era buena y su partida deja en todos los que la conocimos y la quisimos un vacío que nunca nadie podrá llenar."

 Con Balcells, la negociación entre autores y editores dio un giro: eliminó los contratos vitalicios y promovió la aparición de los adelantos, de los porcentajes sobre traducciones y del control sobre el número de ejemplares editados.

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Gabriel García Márquez fue una de sus primeras apuestas y no se equivocó. Consiguió editor para él y también lo hizo con Vargas Llosa, Julio Cortázar, Miguel Delibes o Pablo Neruda, entre otros escritores. Por todo ello, y por su brillante recorrido profesional, recibió en 1997 la Medalla de Honor de Barcelona, en el 2000 la Medalla de Oro de Bellas Artes y en 2006 el Premio Montblanc Mujer.

Carmen fue madre, amiga, jefa y psicóloga. Una mujer seductora, bromista, intimidatoria y honesta que amaba los boleros y la paella y que siempre tuvo en cuenta que valía más por lo que callaba que por lo que decía.