Los compromisos europeos, ¿solo para la economía?, ¿no para los refugiados?
La Unión se dispone a adaptar su política de asilo a la rebeldía de Hungría y otros países del Este, que se niegan a acoger refugiados y que van a utilizar al ejército con armas, no letales, dicen, para bloquear sus fronteras.

Madrid
Hoy, que vamos a conocer el nuevo gobierno griego, conviene recordar la lluvia de amenazas que cayeron sobre Tsipras y los suyos cuando osaron cuestionar la política económica decidida por la troika. No por los tratados ni los valores fundacionales de la Unión, sino por la troika, un ente que incluye incluso a un organismo ajeno, como el Fondo Monetario Internacional.
¿Cuántas veces hemos escuchado que pertenecer a un club significa cumplir las reglas del club, que ser de la UE tiene ventajas e inconvenientes, que quien recibe debe a la par asumir sus compromisos?

Pepa Bueno

Pepa Bueno
Hungría recibió el año pasado casi el diez por ciento del presupuesto de los Fondos de Cohesión europeos. Y conviene recordarlo todo hoy porque la Unión se dispone a adaptar su política de asilo a la rebeldía de Hungría y otros países del Este, que se niegan a acoger refugiados y que van a utilizar al ejército con armas, no letales, dicen, para bloquear sus fronteras.
Se ve que los derechos humanos y el derecho internacional, porque de eso va la política de asilo, son más negociables que la política monetaria.




