Muerte digna: un debate que recorre el mundo
Distintos casos han propiciado que se hablase de eutanasia en sus países
Madrid
Valentina Maureira se grabó un vídeo en febrero en el que pedía que la dejaran morir. Tenía 14 años y desde su nacimiento padecía fibrosis quística, una enfermedad genética crónica grave, que afecta sobre todo a los pulmones y al páncreas, y que le diagnosticaron cuando tenía seis meses. Murió en mayo por un agravamiento de su salud.
Su caso trascendió las fronteras de Chile, de donde era, y llegó a todas partes gracias a internet y las redes sociales y generó debate en su país. Chile no cuenta con una ley que regule la muerte asistida. La presidenta, Michelle Bachelet, la visitó en el hospital en el que estaba ingresada desde enero. Sin embargo, la postura oficial del Gobierno no cambió y el Ministerio de Salud denegó la petición de Valentina.
Dos madres lucharon por conseguir una ley de muerte digna en Argentina, que se hizo realidad en 2012. El año anterior, Selva Herbón había enviado una carta a la presidenta, Cristina Fernández, para pedirle que dejasen de mantener artificialmente la vida de su hija Camila, de tres años. Camila pasó toda su vida en estado vegetativo y conectada a una máquina que la mantenía viva. "Le pido que me ayude en este dolor , que no solo es mío, sino de una parte de la sociedad que sufre situaciones tan extremas como la de tener un familiar en situación de salud irreversible", decía en la misiva. A Camila le desconectaron la máquina en junio de 2012, un año después de aprobarse la ley.
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No pudo verla hecha realidad Melina González, pero sí ayudó a que se consiguiera. Ella y su madre, Susana Bustamante lucharon para que se regulase y se permitiera no prolongar artificialmente la vida. Melina, que padecía una enfermedad degenerativa del sistema nervioso, falleció en 2011 a los 19 años.
A Francia le conmocionó el caso de Vincent Humbert. Su muerte en 2003 a los 22 años puso la cuestión de la eutanasia en el centro del debate en la sociedad gala. Tres años antes, había sufrido un accidente que lo dejó parapléjico. También él se dirigió al entonces presidente de Francia, Jacques Chirac, solicitándole el derecho a morir. Su madre y un médico le ayudaron a morir.
Eulana Englaro es el rostro de la lucha por la muerte digna en Italia. Estuvo 17 años en coma, desde los 20 hasta que falleció en 2009. Su caso dividió al país; el Gobierno trató de impedir su muerte con una ley, mientras su padre luchó para que la dejaran morir, que es lo que decía que ella hubiera elegido de haber podido.
La muerte de Brittany Maynard ha sido una de las últimas que ha dado la vuelta al mundo y ha generado opiniones sobre la eutanasia. Quiso ser ella la que decidiera cuándo poner fin a su vida y no el cáncer terminal que padecía.