Janis Joplin, la amante que dormía sola
Se cumplen 45 años de la muerte de Janis Joplin, una de las voces femeninas más importantes de los años sesenta
Janis Joplin murió el 4 de octubre de 1970. Murió sola, triste, envuelta en la grabación de ‘Pearl’, el álbum que llegó a las tiendas meses después de aquella noche y que acabó alcanzando el número 1 en Estados Unidos. Un álbum intenso lleno de grandes canciones que te golpean con fuerza mientras el fantasma de la cantante corretea entre los diez cortes del disco. Janis Joplin tenía 27 años cuando murió, los mismos que Brian Jones, Alan Wilson, Jimi Hendrix o Jim Morrison. La muerte de la cantante dejó un inmenso vacío en una escena musical que se había rendido a la sobrecogedora voz de una chica tímida y vulnerable que había encontrado en el alcohol y las drogas el refugió a sus temores y angustias.
La vida de Janis Joplin fue tan intensa como fugaz. No grabó demasiado, apenas cuatro álbumes, pero su carisma la convirtió en uno de los grandes nombres de la contracultura de los años sesenta gracias a unos discos de blues rock en los que la voz de Joplin eriza los pelos y golpea el alma entre lamentos y susurros. Su irrupción, un lustro antes, había supuesto una pequeña revolución demostrando la fuerza de las bandas de la Costa Oeste estadounidense, que comenzaban a reclamar el nuevo sonido de una generación comandada por grupos como The Doors, Jefferson Airplane, Grateful Dead, Santana o Sly and the Family Stone.
El final de Janis Joplin fue precipitado, como el de todas esas jóvenes estrellas que se dejaron la vida a finales de los sesenta. Su último año fue intenso, agotador. Tanto que tras el verano de 1970 la cantante se tomó unas vacaciones en las que escapó de todo y se escondió en Brasil, donde tuvo un breve romance y un alejamiento temporal de las drogas. Pero las vacaciones se acabaron y a Joplin le esperaba el estudio de grabación. En septiembre comenzó la grabación de uno de sus proyectos más ambiciosos. Entró al estudio de la mano de Paul Rothchild -productor de los cinco primeros álbumes de The Doors- y con todos los elementos para hacer su mejor trabajo. Pero la cantante no estaba bien. Abusaba del alcohol y de la heroína y la grabación del disco se convirtió en un viaje demasiado largo. ‘Pearl’, que llegó a las tiendas a comienzos de 1971, estaría compuesto por diez temas, dos escritos por ella. En el disco aparecen también algunos de sus mejores amigos como Kris Kristofferson, que regaló a la cantante la genial ‘Me and Bobby McGee’. Aunque el gran nombre del disco fue el de Jerry Ragovoy -compositor al que Joplin ya había recurrido en ‘Piece of my heart’- que firma tres de las canciones del álbum incluyendo la genial ‘Cry baby’, uno de los temas más reconocidos de Joplin.
Mientras las sesiones de grabación avanzaban a buen ritmo, la vida de la cantante se iba desmoronando entre fracasos sentimentales y un profundo sentimiento de soledad. La noche antes de su muerte, Joplin grabó la única versión de ‘Mercedes Benz’ y tenía programado añadir al día siguiente las voces a ‘Buried alive in the blues’. La cantante nunca llegó a la siguiente sesión. El productor del disco la encontró muerta al día siguiente por una sobredosis de heroína y ese último tema se incorporó al disco como una pieza instrumental.
Los diez temas de ‘Pearl’ no estaban terminados del todo cuando la cantante falleció, a pesar de ello se convirtió en el trabajo más vendido de su carrera. En la portada de aquel último álbum se veía a la cantante sentada en un sofá, sonriente, sujetando una copa con una mano y un cigarro con la otra. Esa fue la despedida final de una mujer de 27 años que fue elegida "el chico más feo" en el instituto de su Port Arthur natal.
Quizá ‘Pearl’ no sea el mejor álbum de Janis Joplin, tal vez no tenga importancia. No hubo álbumes posteriores, ni mejores ni peores. ‘Pearl’ fue su último aullido, el esplendoroso grito de una mujer especial, una chica diferente que decidió comerse los años sesenta a grandes mordiscos, con tragos largos, probándolo todo, cansándose pronto de ello, pasando a otra cosa. Tras tres exitosos discos junto a Big Brother and the Holding Company y Kozmic Blues Band, Joplin llevaba un tiempo girando con Full Tilt Boogie Band, la banda con la que recorrió Canadá en tren en un evento que se conoció como Festival Express, una serie de conciertos junto a Grateful Dead, The Band o Buddy Guy. En aquella gira la cantante presentó en directo algunos de los temas que formaron parte de aquel último trabajo, pero ya entonces se dejaba ver la tristeza que embargaba a Janis. "Cada noche hago el amor con 25.000 personas en el escenario y luego me vuelvo sola a casa", llegó a decir. Su última actuación en directo fue en Boston, en agosto de 1970. Dos meses después murió. Se apagó para siempre y se convirtió en leyenda.