Segunda mano, segunda vida
Muebles de segunda mano en la tienda de 'El Afilador' / JAVIER JIMÉNEZ BAS
Madrid
Ecología y economía parecen primar para Noelia, una treinteañera asidua a las páginas online en las que se venden productos de segunda mano. "La mayoría de las veces te da penar tirar las cosas. Sobre todo si están nuevas y la verdad es que es una forma de reciclar y de sacarte un pequeño dinerillo extra", nos cuenta.
Mi dueño me vende
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Ese dinerillo extra ha tenido mucho que ver en el auge, en los últimos años, de este tipo de comercios. Así lo señala Laura Eceiza,sociologa y experta en tendencias de consumo. "La crisis ha influido indudablemente en el tema de que se consuman este tipo de productos en tiendas físicas y tiendas 'online'". Según esta socióloga es su popularización se ha roto, además, una máxima que rigió durante décadas. "Durante muchos años se decía o al menos se pensaba 'te tienes que poner algo nuevo porque si no parece que eres pobre".
Libros, ropa, electrodomésticos o muebles usados. Todos tienen un hueco en el mercado de segunda mano / JAVIER JIMÉNEZ BAS
Un cambio en la mentalidad que también ha notado Carolina. Hace trece años, cuando llegó a Madrid se compró una cazadora de segunda mano. Entonces era algo poco común y que no se veía con buenos ojos. "La idea de llevar algo que fuera de una persona a la que no hubieses conocido, pues había a mucha gente que le daba repelús. Ahora mismo se ha normalizado tanto que ha acabado siendo una moda".
Una moda que incluso se ha profesionalizado y ramificado. Así lo señala Cristina, dueña de la tienda de muebles El afilador en el madrileño barrio de Lavapies. "De hecho ya no se le llama artículos de segunda mano ahora se les denomina 'vintage'. La diferencia entre una denominación y otra es que cuando tu vas a una tienda de muebles de segunda mano simplemente han sido recomprados. Nosotros les hacemos un proceso. Queremos alargar la vida al mueble o dotarles de una vida nueva".
Muebles de segunda mano a la espera de un comprador / JAVIER JIMÉNEZ BAS
Así que ya sabe, antes de tirar ese producto que tiene casa piénseselo dos veces y póngalo en venta, ya que según Cristina "hay veces que tenemos grandes piezas en casa y no lo sabemos. La gente tira maravillas, la gente tira a la basura maravillas. Es una pena", sentencia.
