Y Mariano Rajoy, como si oyera llover

Barcelona

Hoy, en el Senado, ha seguido adelante la tramitación de los presupuestos para el año que viene. Los presupuestos que no sirven, porque la Comisión Europea ya ha dejado claro que habrá que modificarlos porque España no cumplirá con el objetivo de déficit. Y Mariano Rajoy, como si oyera llover. Y Bruselas dejándole como si oyera llover, porque tampoco le conviene echar un rapapolvo a quien más diligentemente ha seguido los mandatos de la austeridad. Ya retocarán los presupuestos los que vengan y, si los que vienen son los mismos, pues mejor para Bruselas y, si son otros, no tendrán más remedio que acudir al mantra de ‘la herencia recibida’.

Y los ciudadanos estupefactos, de nuevo, pretenden que entendamos que se aprueban unos presupuestos que no sirven y que tendrán que cambiarse en el minuto uno de la siguiente legislatura. Podrían ahorrarse todos los trámites, los debates las votaciones, si al final sobre nuestras cuentas no decidimos nosotros. Entiéndase por nosotros nuestros representantes, sino que quien decide vive fuera de España. Puede seguir el PP insistiendo en que fueron ellos quienes evitaron el rescate. Pues no le llamen rescate, llámenle como quieran, pero la policía de nuestros números está en la capital comunitaria.

Y, además, al PP sólo le quedaba la economía, o lo fiaba todo a la economía. Con la corrupción no ha podido, saca pecho insistentemente con todo lo que ha hecho para luchar contra ella, mientras, la Gürtel ha ido creciendo y han aparecido otros focos, como la púnica. La definición del modelo de estado tampoco es su fuerte, con la situación en Catalunya empantanada y con la aparición de ciudadanos que le disputa el terreno en este ámbito, y lo hace infinitamente mejor. Así pues sólo les quedaba la economía, y ahora resulta que esto tampoco es como lo cuentan porque hay crisis para rato.