“La muerte es una asignatura pendiente”
La psicooncóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer, Patricia Bressanello, habla de la importancia de comprender el proceso emocional de cada enfermo


Madrid
A un enfermo de cáncer no se le puede decir que por estar animado se va a curar. Nuestro experto en salud Emilio de Benito lo tiene claro y la psicóloga Patricia Bressanello, especializada en psicooncología en la Asociación Española Contra el Cáncer lo corrobora en Hoy por Hoy con Gemma Nierga. “Cada enfermo es distinto y hay muchas variables que influyen a cómo hacer frente a una enfermedad oncológica”, asegura la especialista e, insiste, en que la labor de la familia y el entorno del paciente es la de acompañar y comprender su proceso emocional: “El enfermo tiene momentos buenos y malos, y para los malos necesita poder expresarlos con alguien”.
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El estado de ánimo no cura el cáncer pero sí ayuda a la calidad de vida del paciente
Pero no se trata de dejar de luchar. El paciente tiene derecho a elegir la mejor opción terapéutica y el médico tiene la obligación de darle la información, que también el enfermo puede negarse por ley a querer recibirla. Y dentro de esas opciones se encuentran los cuidados paliativos, a la que Bressanello le da especial relevancia.
La psicooncóloga explica que cuando un paciente lleva un tiempo con una enfermedad que no responde al tratamiento tiene derecho a recibir cuidados paliativos para que esté lo mejor posible hasta su fallecimiento. “Dejar de recibir un tratamiento activo no quiere decir dejar de ser tratado. Pasamos de una intervención con un objetivo terapéutico que puede ser la curación o el control de esa enfermedad a un objetivo de calidad de vida”, comenta. “La muerte es todavía una asignatura pendiente”, lamenta Bressanello.
Aunque las frases positivas y cargadas con buena intención carecen de evidencias científicas que lo corroboren, la experta asegura que el estado de ánimo sí ayuda a la calidad de vida del paciente y de su entorno. “Si estás más sereno, eres objetivo, confías en tu equipo médico tienes mejor calidad de vida y estarás mejor, pero hay que respetar el normal proceso emocional del paciente y no generar exigencias de tener que estar siempre bien”. Y esa normalización a la que la psicooncóloga se refiere es a una montaña rusa de emociones: “en el mismo día puedes estar esperanzada y optimista que triste y viéndolo todo oscuro”. En este caso, “manejar la incertidumbre del principio, cuando aún no es seguro que tengas cáncer o no, es más complicado que interiorizar y aceptar la mala noticia”, añade Bressanello.
La profesional también hace referencia, además, a la notable diferencia entre los hombres y las mujeres a la hora de solicitar apoyo durante la enfermedad: “Los hombres suelen expresar menos. Les cuesta un poco más hacer una introspección y darse cuenta que necesitan ayuda”.




