102 diputados seguirán en activo hasta que se constituya el nuevo Parlamento
Pese a la disolución de las Cámaras, la Diputación Permanente asegura la continuidad de los poderes del Congreso hasta el inicio de la undécima legislatura
Madrid
Cuando Rajoy firme el decreto de convotatoria de elecciones y se disuelvan las Cortes, los 350 diputados de la décima legislatura Legislatura perderán automáticamente su condición de parlamentarios, con una excepción: la de los 102 que forman parte de la Diputación Permanente, y que mantendrán sus funciones y retribuciones hasta que se constituya el nuevo Parlamento en la segunda semana de enero de 2016.
Se trata de un órgano de naturaleza especial cuya función es la de velar por los poderes del Congreso cuando éste no esté reunido o, en este caso, por disolución de la Cámara, asegurando de este modo que no se produce ningún vacío de poder. Presidido por el presidente del Congreso, Jesús Posada, la Diputación Permanente cuenta con 54 miembros del PP, 32 del PSOE, 4 de la Izquierda Plural, 4 de CIU y 4 del Grupo Mixto, y 2 miembros de PNV y de UPyD cada uno, entre vocales y suplentes.
Aunque no es habitual que se convoque la Diputación en periodos de disolución de las Cortes, ésta podría celebrarse para hacer frente a las funciones que tiene atribuidas: aprobación de eventuales Decreto-Ley aprobados por el Ejecutivo en este periodo, o ejercer las competencias que con respecto a los estados de alarma, excepción y sitio atribuye a la Cámara el artículo 116 de la Constitución.
La actividad parlamentaria cesa, pero el Congreso, en el que trabajan cerca de 300 funcionarios no se paraliza. La tarea institucional y administrativa prosigue y se trabaja ya en los preparativos de las tradicionales Jornadas de Puertas Abiertas que se celebrarán los días 3 y 4 de diciembre, así como el acto institucional de aniversario de la Constitución del día 6. Unos actos que, por primera vez, tendrán lugar en plena campaña electoral de las generales.
En este paréntesis parlamentario se aprovecha, como es costumbre, para acometer algunas obras de acondicionamiento aplazadas para no afectar a la celebración de los plenos. Así por ejemplo se renovarán las cámaras instaladas en el Hemiciclo. Tienen ya más de diez años y están descatalogadas. Las nuevas captarán ya los nuevos rostros que estrenarán la undécima legislatura.