Corrupción: Rajoy se ríe de los ciudadanos
José María Izquierdo fija su ojo sobre la creación de la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA) del Ministerio de Justicia, sin fondos y sin personal
Madrid
A la espera de que José María Aznar, el entrañable amigo de George Bush, nos diga qué opina sobre la petición de perdón de Blair por la guerra de Irak, no quería este Ojo dejar pasar, aunque ha transcurrido todo un fin de semana, la patochada protagonizada por el presidente Mariano Rajoy el viernes pasado, con la complicidad del ministro de Justicia, Rafael Catalá. Ese día, en un despacho vacío, ante tres mesas sin un solo papel y tres sillas sin ocupante, el presidente tuvo la desfachatez de dar por inaugurada una oficina que ni está todavía creada, que no cuenta con fondos y que carece de personal.
La broma se transforma en burla a los ciudadanos en cuanto ponemos nombre al organismo fantasma: Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA) del Ministerio de Justicia, y está incluida en las medidas contra la corrupción aprobadas por este Gobierno. Toda esta fanfarria demuestra la importancia que da Rajoy al sangrante problema de la corrupción. Ninguno. Cero. Desahogado como es, se permitió además el presidente asegurar ante los periodistas convocados para aquella chanza “que ningún delincuente podrá disfrutar de lo que ha robado”. ¿Acaso es que Bárcenas va a devolver los millones de euros de sus cuentas de Suiza? ¿También Granados? ¿Y las decenas de cargos del PP valenciano?
¿De qué hablaba entonces Rajoy en aquella ridícula pantomima?
