Un suspenso doloroso
"¿Saben cuántos niños se han ahogado en esas mismas aguas desde la foto de Aylán?: 83. ¿Y saben, les consta, que haya variado sustancialmente la política europea para evitar este drama? Pues no el resultado es el mismo: un suspenso sin paliativos en política."

Madrid
Yo soy de letras pero a veces los números me ayudan a entender la realidad; o a descifrar comportamientos que así a simple vista parecen inexplicables. Imagino a nuestros oyentes perfectamente informados de que estamos en plena semana negra con el drama de los refugiados y los naufragios en el Mediterráneo. Vale, esto ya lo tenemos incorporado a nuestro paisaje, nos podemos indignar más o menos, podemos ayudar en la medida de nuestras posibilidades, o incluso podemos archivarlo si tenemos otra prioridades. Muy bien, pero yo les pido un segundo de reflexión sobre lo siguiente: ¿recuerdan las imágenes de Aylán, verdad? Han pasado ya dos meses pero es imposible que no les venga a la memoria. Aylán era aquel bebé sirio que se ahogó y cuyo cuerpecito vimos tumbado en la arena o en brazos de un policía sacándole del agua. Esa imagen parecía marcar un antes y un después, golpeaba de tal manera las conciencias que todos pensamos: "ahora es el momento. Europa va a aprovechar este drama como una oportunidad".


Bueno, vamos a los números... ¿saben cuántos niños se han ahogado en esas mismas aguas desde la foto de Aylán?: 83. ¿Y saben cuántos refugiados, o inmigrantes, se ha tragado en total el Mediterráneo en lo que llevamos de año?: 3.329, todo un récord. ¿Y saben, les consta, que haya variado sustancialmente la política europea para evitar este drama? Pues no. No, no y no. Después de estos dos meses tenemos más barcos en el agua, más vallas en la tierra y un pifostio entre socios europeos de tres pares de narices. Pero el problema continúa, ¡¡¡cómo no va a continuar!!! Y aunque es verdad lo que decía esta mañana en 'Hoy por hoy' Xavier Vidal-Folch de que la culpa no es de Europa sino de los gobiernos nacionales.....el resultado es el mismo: un suspenso sin paliativos –ya que estamos con los números- un suspenso en política, si entendemos que la política tiene como fin mejorar la vida de las personas.




