El beso que causó una tragedia

Madrid

El productor Darryl Zannuck llegó a decir que Gene Tierney era la mujer más bella de toda la historia del cine. Sin embargo su carrera en Hollywood no fue muy larga debido, entre otras cosas, a una serie de problemas que padeció en su vida privada.

Debutó en las pantallas en 1940 en el western “La venganza de Frank James”, después vendrían películas como “La ruta del tabaco” o “El embrujo de Shanghai” o “Sinuhé el egipcio” y es que en Hollywood le pusieron la etiqueta de belleza exótica.

En 1941 se casó con un famoso diseñador de vestuario llamado Oleg Cassini. Cuando estaba embarazada de su primer hijo enfermó de rubeola y la enfermedad afectó al bebé que llevaba en su vientre. Su hija Dária, nació prematura, recibió hasta once transfusiones de sangre pero la niña estaba ciega y sorda y tenía una discapacidad mental.

Durante mucho tiempo Gene Tierney no supo cómo se contagió de esa fatídica rubeola. Pero una tarde en Los Ángeles, cuando estaba con unos amigos, una joven se le acercó y le contó que durante la guerra le dio un beso en la Cantina de Hollywood, un lugar al que las estrellas del cine iban para entretener a los soldados y recaudar fondos para la guerra.

Esa mujer le dijo algo más. Le contó que en su campamento había habido por esos días una epidemia de rubeola y que ella se había saltado la cuarentena para acudir esa noche a la cantina de Hollywood y poder conocerla, ya que la admiraba muchísimo.

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Gene Tierney supo de esta manera cómo se había contagiado. Su propio éxito, su fama, había sido la causante de su tragedia.