Argentina necesita un Ángel

Madrid

"Las críticas no me resultan extrañas. Me hubiera gustado que no pasara, pero sé que la única manera de que no me busquen reemplazo es ganando todos los partidos". La rueda de prensa al seleccionador argentino prácticamente giraba ayer en torno a un solo tema: su posible destitución. Suena raro, incluso una auténtica barbaridad, si tenemos en cuenta que este pasado verano el propio Gerardo Martino estuvo a punto de levantar la Copa América ante Chile de no haber sido por los penaltis. Pero claro allí estaba Messi y la vida sin Leo es muy complicada para el Tata. Solo se llevan disputadas 2 jornadas de la larga fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018, pero ya es una situación crítica la que le toca manejar a Martino. El ridículo en el Monumental ante Ecuador (0-2) y el empate sin goles en Asunción ante Paraguay dejan sin margen de error a la Albiceleste que además tendrá en frente al gran enemigo: Brasil.

Si el escenario ya es complicado de por sí, cuando se repasa la lista de bajas, todo se convierte en un drama. Adiós Messi, tampoco el Kun y el último en caer ha sido Tévez por molestias en la rodilla izquierda. Panorama desolador que solo se despeja al contemplar los últimos partidos de Ángel Di María. Argentina necesita ahora más que nunca al Fideo, de hecho esta noche va a portar el mítico 10 a la espalda que tanto significado tiene para los argentinos. Su exhibición en el Bernabéu el pasado martes en Champions viene acompañada de dos goles en las últimas dos jornadas de Ligue One, lo que demuestra que va asentándose mucho mejor en el esquema de Blanc.

Di María es la bandera, el líder que ahora mismo necesita la hinchada del Monumental para creer en la victoria, pero no es el único que debe dar un paso adelante. Gonzalo Higuaín ha vuelto a una lista de la Albiceleste y le debe mucho a su selección después de tantos (y tan groseros) fallos. Inmejorable su momento, 9 goles en Serie A ostentando el capocannoniere junto a Eder (Sampdoria) y otros dos goles en Europa League. El Pipa debe recuperar el cariño que le tenía todo un país.

El cóctel del clásico sudamericano solo puede mejorar si analizamos cómo llega la gente de ataque de Brasil. Ante la ausencia de Messi (y la pasividad de Cristiano), Neymar ha cogido los galones del fútbol mundial y ahora mismo no hay nadie más en forma que el crack del Barcelona. Además llega herido en el orgullo tras cumplir dos partidos de sanción y no haber podido ayudar a los suyos ante Chile y Venezuela. Si alguien le puede seguir el ritmo es su compatriota Douglas Costa, la gran irrupción esta temporada en el todopoderoso Bayern de Guardiola, que ya ha hecho olvidar definitivamente a Ribery. Y sumémosle una tercera pata al banco con Hulk, el delantero del Zenit de San Petersburgo, que está realizando una Champions descomunal tanto como goleador como asistente.

Por sí solo un Argentina-Brasil en el Monumental de River es uno de esos partidos por los que merece la pena restar horas de sueño, pero con estos ingredientes se hace apetecible (y casi inexcusable) trasnochar hoy cuando a eso de la 1 de la madrugada el colegiado paraguayo Antonio Arias indique el comienzo del gran clásico del fútbol de selecciones en Sudamérica.