¿Cómo superar el miedo?
Viajamos por el mundo con especialistas, responsables políticos y con nuestros corresponsales para ver cómo se han recuperado ciudades atacadas y conmocionadas por el terrorismo
Madrid
"Aquel atentado me blinda contra cualquier tipo de odio. Ojalá pudiera quitar aquel día. Pero es un capítulo fundamental de mi vida, intento convertirlo en algo positivo para los días que me quedan por vivir". Son palabras de Eduardo Madina, víctima de un atentado de ETA en 2002. El socialista es una de las voces que han pasado por ‘Hora 25’ para contar su experiencia, para contar cómo es el después del horror y cómo se supera.
En esta hora de radio hemos recorrido Londres, Nueva York, París y Madrid para ver cómo se vivieron aquellos ataques, cómo se recuperó la normalidad en aquellas ciudades y qué les espera a los parisinos tras el pasado viernes 13, una fecha marcada para siempre en la memoria colectiva del pueblo francés.
París intenta ahora vencer el miedo, dejar atrás el terror. Tres miembros de una de las familias de las víctimas han llegado a la Plaza de la República. Se han fundido en un abrazo, entre el silencio y sin que nadie se atreviera a separarlos. La imagen llena de flores y carteles solo recuerda hoy que a los franceses les costará tiempo recuperarse de esta herida. Ahora empieza su camino para cerrar esas cicatrices ¿Cómo lo hicieron antes?
“Si te vence el miedo ganan ellos”
“No hay fórmulas mágicas para vencer el miedo”, ha apuntado Eduardo Madina. “Se tiene que trabajar a nivel individual, cada uno tiene su forma de entender la vida”, ha añadido el político vasco. “Cuando una sociedad es atacada así se sale de la mejor manera que se puede, no es sencillo. Se necesita voluntad y tratar de convertirte en lo contrario de lo que pretenden. Ese no es mal camino”, ha relatado Madina.
“Los miedos cambian”, ha explicado el socialista. “Ante situaciones distintas hay miedos dispares, superar algo como lo de París necesita tiempo. Si te vence el miedo, ganan ellos. Si una sociedad, una ciudad como París con sus valores, cede ante el terrorismo, si modificas tus certezas pierdes tú y ganan ellos porque definen parte de lo que eres”, ha añadido Madina.
España, ante el 11-M
El terrorismo más salvaje golpeó Madrid en marzo de 2004 con más de doscientos muertos. Pedro Calvo era el concejal de Seguridad en aquel momento. “Superar algo así es complicado. Hay que volver a la normalidad lo antes posible. Lo más importante fue que los terroristas no consiguieron todos sus objetivos, querían matar a más gente, había más bombas preparadas”. Calvo ha destacado la importancia que tuvo la respuesta de la sociedad evitando dejarse llevar por el caos y más tarde regresando a la normalidad lo antes posible. “Lo importante para una víctima no es quien gane es que si te vence el miedo seguirás siendo víctima”, ha explicado Calvo.
Alberto Ruiz-Gallardón: 'Costó salir a las terrazas, a trabajar, había miedo latente'
04:51
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000003914915/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Alberto Ruiz-Gallardón también recuerda esos días. “No he pasado ningún día peor que ese 11 de marzo en mi vida política y personal”. El entonces alcalde de Madrid alaba la respuesta ciudadana. “Sería pretencioso que dijese que eso lo hicimos las autoridades, lo hizo la ciudad sola. Lo hizo Madrid, que tuvo una respuesta desde el primer momento. Madrid es cultura y convivencia, un ejemplo de espacio abierto y cosmopolita. Los ciudadanos dijeron que no a los terroristas. Esos taxistas voluntarios, los ciudadanos que trasladaron a los heridos, los policías que se incorporaron voluntariamente a trabajar, los médicos que se lanzaron a sus hospitales… Fue una ciudad que reaccionó”, explica emocionado Gallardón.
El popular admite que gestionar el día después siempre es lo más complicado. “La gente fue positiva en su acción colaboradora, pero costó recuperar la vida normal, costó salir a las terrazas, a trabajar, había un miedo latente. Volver a sonreír o pensar en una cosa distinta cuando pasabas por Atocha solo se recuperó con el tiempo, concluye.
Una vulnerabilidad desconocida
El 11-S fue el primer golpe del terrorismo en una gran ciudad. Cerca de 3.000 personas murieron y el mundo contempló atónito cómo caían las Torres Gemelas. Nueva York solo ha superado su terror con el tiempo, con la normalidad del día a día. Allí también había una herida física, las torres era un símbolo de la ciudad, y quedó un solar. En los primeros días hubo una solidaridad especial y en las semanas después se hicieron iniciativas para recuperar la vida de ocio y cultural, pero el impacto psicológico introdujo un sentido de vulnerabilidad que los estadounidenses no conocían. Ahora se han acostumbrado a más seguridad sin vivir con miedo.
Londres después del 7-J
El 7 de julio de 2005, 56 personas murieron en los atentados de Londres. “Fue un shock enorme que aumentó al saberse que parte de los terroristas eran británicos”, ha apuntado Begoña Arce, corresponsal de la SER en la capital inglesa. Begoña ha recordado que tras los ataque no hubo grandes demostraciones de dolor, “algo muy inglés”. “Recuerdo que se pidió al pueblo que no tuviera miedo, la normalidad volvió rápido. Al día siguiente se trabajó, la gente dejó un tiempo de usar el metro por miedo y comenzó a despegar el uso de la bicicleta”, ha rememorado. “Las consignas de las autoridades fue seguir con la vida normal y hoy Cameron lo ha recordado al hablar de París y pedir a la gente que no tenga miedo de viajar a Francia o a cualquier sitio que quieran.
Pero Londres cambió después del 7-J. “Hubo cambios”, ha apuntado Arce. “Hay vallas protegiendo edificios importantes, el estadio de Arsenal, por ejemplo, se construyó para resistir ataques explosivos”, ha explicado. Aquellas explosiones también dejaron huella en la sociedad. La convivencia con los musulmanes se volvió más tensa y la policía vigila más, pero lo más importante es que dejó grabado en el pueblo que “la ciudad es vulnerable y que puede volver a ocurrir. Hay que vivir con esa amenaza”.
El poder del miedo
“El miedo es un mecanismo imprescindible porque nos da la información después de tener un peligro y, según nuestra evolución, nos permite anticipar peligros o afrontarlos de algún modo. Pero el miedo también es contagioso desde el punto de vista psicológico. Este factor de alta transmisibilidad es fundamental para entender por qué el terrorismo es capaz de modificar las conductas sociales”, describe Antonio Bulbena, catedrático de Psiquiatría de la Universidad autónoma de Barcelona.
La gran pregunta es cómo se supera ¿Qué tiene que hacer cada individuo? Bulbena asegura que la clave es que cada uno recupere su territorio. “Su tiempo, su espacio y su identidad propia encogida. Hay que regular esa presión que impone el miedo, que restringe estos tres espacios propios de cada individuo”, explica. En esa recuperación personal, el yo y el entorno se diluyen. “Existe un baúl sociocultural, que son tradicionales, leyendas, información e imágenes, y, a través de los procesos de socialización, se transmiten al individuo. Junto a las experiencias individuales, cada uno construye su propio miedo”. El calor de un entorno compartido ayuda a una sociedad a salir adelante.
Miedo tras los atentados, cómo superarlo
18:56
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000003914923/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
En esa línea se ha expresado Antonio Aledo, profesor de Sociología del Riesgo de la Universidad de Alicante. “El miedo es una respuesta ante una amenaza”, ha señalado Aledo. “El problema es que la sociedad europea ha sido muy segura los últimos cincuenta años. No tenemos una cultura de inseguridad y en poco tiempo ha estallado la seguridad económica, el estado de bienestar y desde 2001 la seguridad física y esa falta de cultura nos vuelve más vulnerables”, ha explicado el profesor. Aledo ha señalado que en contra de lo que pensamos, el caos no suele ser la respuesta de la sociedad. “En Francia se han reforzado los principios de la república”, ha concluido.
Tras los atentados en París del viernes, la sociedad francesa nos da una lección, la de la necesidad de normalizar; también lo hicieron los neoyorkinos tras el 11-S, los londinenses tras el 7-J, o los madrileños tras el 11-M. Es más difícil para quienes viven en guerra constante, los sirios, iraquíes, libios, los que no saben en qué momento escucharán la siguiente explosión. Ellos no tienen psicólogos y tras huir de las bombas, encuentran vallas que no les permiten seguir. Y ellos, también nos dan una lección: el miedo se combate y al miedo se le gana.