La contribución de Munch
Ese grito que lo representa como una metáfora terminante de la huida y del miedo es hoy un símbolo de lo que nos pasa
El revés y el derecho 24 noviembre
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Madrid
Eduardo Chillida posaba sus potentes piedras como si dominara el aire de su pueblo, Donosti; y su paisana Cristina Iglesias deja puertas abiertas y laberintos como Borges abría su literatura a la luz y al ritmo. El arte siempre ha revelado el alma de los artistas, pero también refleja el tiempo que vivimos, su incertidumbre, su alegría y su melancolía. Ahora el Museo Thyssen aborda la enorme contribución que el noruego Munch hizo al estado de ánimo del siglo XX. Ese grito que lo representa como una metáfora terminante de la huida y del miedo es hoy un símbolo también de lo que nos pasa, que huimos sin saber qué hay detrás de las puertas cerradas.