Relevo generacional y cine comprometido en los Goya 2016

Madrid

El relevo generacional también ha llegado al cine y en plena campaña electoral. A unos metros de la sede del Partido Popular en la calle Génova, esa que dice Ruz se pagó con dinero negro, conocíamos las nominaciones a los Premios Goya 2016. En plena campaña electoral y en el día del debate del bipartidismo, los Goya han mostrado sus cartas: serán unos premios muy repartidos, más a cinco bandas que a dos, y con un claro contenido político y social gracias a las tres nominaciones de B, la película sobre los papeles de Bárcenas, las tres de Techo y comida, cinta sobre los desahucios, y las ocho de El desconocido, thriller gallego sobre las preferentes.

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"Ahí al lado deben estar trinando", se reía Pedro Casablanc, nominado a mejor actor por hacer de Luis Bárcenas, ex tesorero del PP, en B, la película. "Nos consta que Bárcenas está muy contento con la película. Él estará más tranquilo que muchos de los personajes que salen en la película", como Rajoy o Cospedal. Junto a Bárcenas, también se ha nominado al álter ego en ficción del juez Pablo Ruz, Manolo Solo.

Natalia de Molina, que compite con Inma Cuesta, Penélope Cruz y Juliette Binoche, al Goya a mejor actriz, defendía Techo y comida como una cinta necesaria porque "da visibilidad a gente que no es invisible" aunque algunos quieran que así sea.

A cambio de nada, la ópera prima del actor Daniel Guzmán, triunfadora en el pasado Festival de Málaga, también puede leerse como una cinta social. "Está hablando de problemas que tenemos ahora mismo", decía un emocionadísimo Guzmán a quien le ha costado levantar esta cinta de barrio más de cuatro años.

Hasta La Novia tiene referencias a la actualidad de España. Esta adaptación de Bodas de Sangre de Lorca es la película más nominada en estos Goya con doce candidaturas, entre ellas mejor guion, película, dirección y cuatro nominaciones a los actores protagonistas: Inma Cuesta, Asier Etxeandia, Álex García y Luisa Gavasa.

"La España de hoy, la del día de hoy, una España en derrumbes y reconstrucciones donde mucha gente pide regeneración, la palabra de Lorca nos recuerda quiénes somos y nos pregunta quiénes queremos ser, desde la dignidad y la belleza",

decía Paula Ortiz, nominada a mejor dirección por La novia. Dos mujeres, Ortiz e Isabel Coixet, han entrado en una categoría que, desgraciadamente, suele estar copada por hombres,

Del relevo generacional se hacía eco la actriz Irene Escolar, que a pesar de su larga trayectoria en teatro ha sido nominada a mejor actriz revelación por Un otoño sin Berlín, se alegraba de que en estas nominaciones haya muchos jóvenes: "Es el momento de que se den oportunidades a gente joven que tiene mucho talento".  Las nominaciones a los Premios Goya 2016 indican un ligero aire de recambio.  Aunque en la categoría de mejor película se han colado directores consagrados como Isabel Coixet o Fernando León de Aranoa, dos nombres alejados de la gran industria, el resto de nominados, Guzmán, Ortiz y Cesc Gay, proporcionan frescura en unos premios alejados de las cintas grandes producciones españolas y de las cintas más taquilleras. También los directores noveles: Dani de La Torre por El desconocido, Juan Miguel del Castillo por Techo y Comida y Leticia Dolera por Requisitos para ser una persona normal.

Ni Alejandro Amenábar, otrora niño mimado de la Academia, con Regresión, ni los Ocho apellidos catalanes, la cinta más taquillera de este 2015 en España, han conseguido ser finalistas en estos galardones. Tampoco ha tenido mucha suerte Palmeras en la nieve con solo cinco nominaciones, nueva superproducción de Atresmedia que se estrenará la última semana del año, ni Anacleto agente secreto con dos nominaciones, ni Álex de la Iglesia con Mi gran noche han conseguido muchas nominaciones. Tampoco Gracia Querejeta, una de las directoras clásicas en estos premios, ha logrado colocar a Felices 140 entre las cinco finalistas.