Será antiguo, pero al final, lo de siempre: O derecha o izquierda

Madrid

Quiso Mariano Rajoy que las elecciones se mezclaran con el villancico, el consumo energético que el país no se puede permitir y las economías familiares que gastan más de lo que tienen. A partir del lunes todo va a ser, o así lo parece, un lío monumental.

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Fue un retraso absurdo, solo basado en un mal cálculo electoralista, a la espera de unos datos económicos salvadores para el PP que nunca llegaron. Así que es muy posible, por ejemplo, que nos encontremos con un Parlamento catalán en marcha, poniendo en pie el esqueleto independentista, mientras en Madrid no hay Gobierno ni Parlamento. Magnífico cálculo el de Rajoy.

No hay tiempo en este minuto para analizar las posibles alternativas de Gobierno -Ciudadanos más PP, PSOE más Podemos, Ciudadanos más PSOE, etcétera, etcétera-, pero vayan interiorizando que ése será el complejo panorama con el que empezaremos 2016. Esto es, una derecha de toda la vida, un centro-derecha nuevo y más modernito, un centro izquierda de siempre, y una izquierda nueva y más radical. Un tablero bien complicado para poder gobernar, o eso auguran todos los sesudos analistas.

Modesta advertencia de este vetusto Ojo para el día 20: será muy antiguo esto de izquierdas y derechas, pero en Portugal el Gobierno socialista subió ayer mismo salario mínimo, pensiones y subsidios.

Que es lo que siempre pasa al final del camino.