¿Ceder parlamentarios a otro partido es cortesía o fraude?
"Quienes tienen el poder de cambiar la norma no deben dar la sensación infantil de hacerse trampas al solitario para superarla."

Madrid
El PSOE ha cedido senadores a ERC y a Democracia y Libertad, antes Convergencia, para que puedan formar grupo parlamentario propio. La cesión es meramente formal, una triquiñuela que los reglamentos de Congreso y Senado no impiden y el TC ha avalado. Y no es la primera vez que se hace: el PP cedió parlamentarios a Coalición Canaria la pasada legislatura. Pero siempre se critica cuando lo hace otro, como hoy ha sucedido.
El fin es noble. Se pretende dar voz propia a partidos a los que la aritmética de votos y escaños no les ha sido suficiente y diluir de paso un Grupo Mixto masivo e ingobernable. La pregunta es si el fin justifica los medios. Y no parece. Porque quienes tienen el poder de cambiar la norma no deben dar la sensación infantil de hacerse trampas al solitario para superarla.




