El pintor del dolor y el grito
Es la pintura del recogimiento, del silencio y de la contemplación

Madrid
Ayer fue el último día de la exposición de Edvard Munch, el pintor noruego de la melancolía y el dolor y el grito, en el Museo Thyssen. Es la pintura del recogimiento, del silencio y de la contemplación, como lo serían las pinturas negras de Goya o los nocturnos de Chopin o la literatura oscura de Samuel Beckett. Sin embargo, todos estábamos allí como de fiesta, charlando entre nosotros como si estuviéramos en el entreacto de una obra de teatro, por ejemplo del citado Samuel Beckett. Me pregunto por qué no iremos en silencio a las exposiciones, y no sólo a las que, como la de Munch, reclaman cierta solidaridad con lo que estamos viendo.




