¿De quién es el arte?
"Los pleitos pueden multiplicarse sobre montones de obras que en su día volaron y atravesaron fronteras desde su lugar de creación."

Pinturas de la sala capitular del monasterio de Sigena (Huesca), actualmente en el MNAC / mnac

Madrid
Cataluña y Aragón se enfrentan desde hoy en los tribunales para dirimir a quién pertenecen unos frescos románicos pintados en el siglo XII en el Monasterio oscense de Villanueva de Sigena y expuestos desde los años 60 en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Las pinturas sufrieron un incendio durante la guerra civil y las monjas las cedieron en depósito a Cataluña, que las restauró y conserva desde entonces.
Sería fácil defender que, siendo posible técnicamente, unos frescos que forman parte esencial del edificio en que se crearon regresen a ese lugar, con los agradecimientos debidos a la Generalitat. Pero también se entiende el deseo de quien los recupero en su día, los salvó de su más que probable destrucción y los ha mantenido desde entonces. La justicia decidirá y su decisión marcará un camino. Porque, si se ordena el retorno, los pleitos pueden multiplicarse sobre montones de obras que en su día volaron y atravesaron fronteras desde su lugar de creación.




