Costa-Gavras: "El cine no puede existir sin voluntad política"
El director griego, que será investido Doctor Honoris Causa por la UCM, ha defendido el apoyo de los gobiernos europeos al cine, y pide más compromiso a los ciudadanos ante los movimientos políticos en España y Grecia
Madrid
"Tengo miedo de estar ante tantos universitarios en una universidad tan importante", explicaba el cineasta griego Costa-Gavras, que este viernes va a ser investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid. Una investidura especial por su relación con nuestro país. "Es un honor enorme porque tengo una relación muy particular con España. Yo empecé como ayudante de dirección en un rodaje en Torrevieja y Alicante", rememora el cineasta, que está a punto de cumplir 82 años.
Costa-Gavras, es uno de los grandes directores del cine contemporáneo que nació en Grecia, pero se formó en Francia, concretamente en el círculo intelectual y artístico que formaron Yves Montad, Resnais, Henry Levy y el español Jorge Semprún, con el que escribió varios guiones, entre ellos los de Z (1969), La confesión (1970) o Sección especial (1975). "Mi cine ha sido posible porque he vivido en Francia, creo que en Hollywood no lo hubiera podido hacer".
Su filmografía es un relato de la política occidental de las últimas décadas, desde la perspectiva de quien se enfrenta al poder, ya sea contra la CIA en Estado de sitio, contra los parados en Arcadia. "Este debe ser el papel del arte en general", dice el director. "El arte no está para glorificar a la sociedad, sino para mostrar las cosas que no funcionan".
Esto es más evidente en el caso del cine, apunta Costa-Gavras, por la relación directa del filme con el público. Precisamente su última película, El capital, (2012), es una dura denuncia contra los bancos y mercados financieros estrenada en plena crisis económica. "El dinero es un tipo de religión que penetra cada vez más en la sociedad, que nos aleja a unos de otros. Europa empuja en esta dirección desafortunadamente. Por eso quise hacer una película sobre este tema".
Comprometido en su trabajo cinematográfico, Costa-Gavras mira a la Europa de hoy con escepticismo, pero con cierta esperanza: "Hay movimientos que me interesan mucho en Europa y que son muy importantes. Son movimientos pequeños de jóvenes dirigentes, en Italia, en Grecia, en España. Probablemente surgirán en Francia también. Me parecen muy importantes para el futuro, son gente que quieren cambiar esta sociedad", enumera el director. Sin embargo, como en sus películas, donde los finales nunca son ni felices ni completamente trágicos, Gavras insiste en lo difícil que esta nueva política lo tiene. "No sé si va a haber posibilidades, si van a tener coraje y van a contar con la confianza de la población, porque hay que votarles. Esto también es un problema de la población".
¿Y qué futuro tiene el cine? Para Costa-Gavras no habrá cine libre si los gobiernos no apuestan por sus cinematografías nacionales. "El cine no puede existir sin una voluntad política de que haya cine nacional. Esto lo ha dicho hasta De Gaulle", dice. Por eso cuestiona los recortes a la cultura del gobierno español. "Si los gobiernos cortan las ayudas, el cine ya no puede ser libre".
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...