¿Debe plegarse un Estado a los deseos de su invitado?
"El sentido común señalaría que, salvo extravagancias provocadoras como llevar al clérigo al Moulin Rouge, es él quien debe respetar las costumbres del país que visita."
Madrid
La visita del presidente iraní a Europa ha planteado problemas de protocolo a dos de sus anfitriones. Italia decidió tapar estatuas de desnudos para no molestarle. Y Francia, según publica el Huffington Post aunque no ha confirmado el Eliseo, ha suspendido la cena de gala porque no estaba dispuesto a retirar el vino. La doble respuesta plantearía preguntas sobre los límites del protocolo y el respeto.
La polémica del día | ¿Debe plegarse un Estado a los deseos de su invitado?
01:00
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000003998731/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
¿Es el anfitrión el que debe plegarse a las costumbres de su invitado o es este quien debe respetar las del país que visita? El sentido común señalaría que, salvo extravagancias provocadoras como llevar al clérigo al Moulin Rouge, es él quien debe respetar las costumbres del país que visita. Aunque, una vez que se pone la alfombra roja al líder de un país que día a día dinamita los derechos humanos pero tiene 400.000 millones de dólares para invertir allí donde le quieran bien, no servirle vino o taparle pechos descubiertos puede parecer una leve genuflexión.