Oleada de cierres y despidos en industrias de peso
Propiciada por la "interinidad" e "inacción" del Ministerio, según los sindicatos.
Madrid
La economía española ha crecido un 3,2% en 2016. Pero no por el impulso de la industria. Aunque ha aumentado algo el empleo en el sector en 2015, en el último trimestre ha retrocedido. Y están previstos cierres totales o parciales de importantes plantas, algunas de ellas con un papel clave en sus respectivos territorios.
Lo más inminente es el cierre de la planta de Elcogas en Puertollano (Ciudad Real), con 300 empleos directos. Un cierre que se iba a producir justo antes de las elecciones generales, en diciembre. Se suspendió entonces, por la intervención del gobierno. Pero parece que el indulto no va a llegar esta vez, y que este último domingo de enero se va a proceder al cierre de la planta, con una avanzada tecnología para la producción de electricidad con gas procedente de carbón bajo en emisiones contaminantes.
Este sábado los trabajadores de la planta navarra de TRW, fabricante de componentes de automóvil, se manifiestan en Pamplona. Protestan contra el ERE que pretende el despido de 250 trabajadores, más de un tercio de su plantilla.
En Sestao (Vizcaya) salen a la calle los trabajadores de la planta siderúrgica de Arcelor, que ha decidido suspender su actividad de forma indefinida, con un expediente de regulación temporal de empleo de sus 335 trabajadores, porque no puede hacer frente a las importaciones de China a bajo precio.
En Monesterio (Badajoz) ha anunciado el cierre la mina de cobre y níquel de Aguablanca, con 170 trabajadores directos. En Logroño está previsto el cierre de la fábrica de tabaco, la última de Altadis en España, con casi 500 empleos directos. Sin olvidar la situación de Abengoa, con más de 5.000 empleos en España, cuya supervivencia depende de una dificilísima negociación con sus acreedores.
Gobierno en funciones
Crisis de empresas de sectores distintos, con circunstancias diversas, pero cuyos problemas "coinciden" en un momento de gobierno en funciones. En un período de transición, de poder débil en el ejecutivo central.
En el caso de Elcogas el propio ejecutivo ha aplazado el problema hasta ahora, en lo que ha sido interpretado como una decisión para evitar que el problema estallase en puertas de las elecciones. En los demás casos los sindicatos no creen que sea una coincidencia fortuita.
Para Carlos Romero, secretario general de la federación del Metal y Construcción de UGT, "quien no tiene escrúpulos ni una apuesta decidida por la industria" aprovecha "la interinidad con la que en estos momentos se gestiona la política del gobierno, y la industria, para tomar decisiones que se pueden convertir en irreversibles".
Agustín Martín, secretario general de la federación de Industria de CCOO, insiste en que estas empresas actúan "sabiendo que no van a tener ningún impedimento por parte del gobierno". Sostiene que "esto no sucede en otros países de Europa, donde se obliga a acompañar estos procesos de reestructuración con garantías de reindustrialización alternativa que no determinen la desertización industrial a que se está sometiendo a muchas zonas de nuestro país".
El Ministerio de Industria, consultado por la Cadena SER, no ha hecho una valoración global de este proceso. Sí dice, sobre Elcogas, que el Ministerio no puede dar marcha atrás a la reforma eléctrica, como se le está pidiendo. En el caso de Altadis ha recordado a la empresa que puede pedir ayudas públicas si anula el cierre de la planta de Logroño.