Lepra, una enfermedad con cura
Cada día se detectan 600 nuevos casos de lepra en el mundo, 55 en niños menores de 14 años. Niños que si no son tratados debidamente arrastrarán las secuelas de esta enfermedad, casi olvidada en Europa, de por vida. Es algo que nos recuerdan las organizaciones humanitarias este domingo 31 de enero, el día mundial contra la Lepra.
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Vista del sanatorio de Fontilles, la última leprosería de Europa. / Pilar González Moreno EFE
Madrid
"¿Cómo podemos permitir que aún haya niños que van a quedar marcados de por vida por una enfermedad que hoy sabemos cómo curar?". Quién habla así es Yolanda Sanchís. Pertenece a la asociación sin ánimo de lucro Fontilles, que desde 1902 trabaja en la ayuda a los enfermos de lepra, pero también en la prevención y concienciación sobre esta enfermedad que ha desaparecido, prácticamente, de los países desarrollados.
Lepra, una enfermedad con cura
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"Para que se contagie se tienen que dar unas condiciones de falta de higiene, de mala alimentación, de vivir muy hacinados con una persona que tenga muchos bacilos... En esos contextos de pobreza sí que se da el contagio, pero no en buenas condiciones de alimentación".
Cada año en el mundo se detectan unos 200.000 nuevos casos. De ellos solo entre 10 y 20 se dan en España. El país más afectado sigue siendo la India, con 125.785 nuevos casos en 2014, una media de 340 nuevas infecciones por día. Le siguen Brasil, con 31.064 nuevos casos, e Indonesia, con 17.025. Estos tres países concentran el 81% de los casos del mundo.
La lepra es una enfermedad crónica, de origen bacteriológico, que afecta principalmente a la piel y los nervios periféricos. Tratada debidamente y a tiempo, la enfermedad desaparece sin dejar secuelas. Por ello Yolanda lanza este mensaje: "Hacen falta recursos y el compromiso de los países afectados".
Una enfermedad que va más allá de un problema sanitario, "es un problema social", nos dice Yolanda, que impide que muchas comunidades que salgan de la pobreza.
