El dolor de una ausencia
Hace veinte años la Eta mató en su despacho de la Autónoma de Madrid al profesor Francisco Tomás y Valiente

Madrid
Hace veinte años la Eta mató en su despacho de la Autónoma de Madrid al profesor Francisco Tomás y Valiente, que había sido presidente del Tribunal Constitucional, un ciudadano consciente de sus responsabilidades públicas y una buena persona. La ignominia fue otra señal de la maldad terrorista, que sembró de angustia la vida de miles de españoles. Unos días antes estuve con el profesor Tomás y Valiente, preparando la edición de su último libro, A orillas del Estado, que ya apareció póstumamente. Ese increíble dolor que produjo su ausencia, en su familia, en sus amigos, fue una metáfora de amargos años de España.




