Un Papa enamorado
El estímulo que supone el amor produce una energía impresionante en quien lo disfruta; en cualquiera de sus variantes
EL REVÉS Y EL DERECHO 16 FEBRERO H14
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Madrid
Esa sugerencia de que el Papa Juan Pablo II pudo haberse enamorado de una filósofa es una indicación estimulante de que la Iglesia católica podría haber tenido al frente de sus filas, en épocas especialmente importantes para la humanidad, a un hombre enamorado. Y no sólo de Dios. Enamorado de una persona. El estímulo que supone el amor produce una energía impresionante en quien lo disfruta; en cualquiera de sus variantes, el amor es la fuerza más noble que marca la vida de los hombres. Y cuando no es un amor abstracto sino que se dirige a alguien en concreto, esa fuerza se vuelve avasalladora. Qué bien, la Iglesia tuvo un Papa enamorado, y nosotros no lo sabíamos.