Trump culpa a los comunistas

Madrid

Donald Trump quiere presentar cargos contra los manifestantes que protestaban en su mitin de Kansas City y que trataron de interrumpir su discurso en varias ocasiones. “sois malos, sois mala gente” les dijo a los que con grito intentaban hacerse oír, un día después de que los enfrentamientos entre partidarios y detractores del polémico hombre de negocios metido a político, irrumpieran en Chicago.

Para esos de la capital de Illinois, Trump también tenía unas coletillas preparadas :”Esos son los comunistas de Bernie Sander (el candidato a la nominación demócrata junto a Hilary Clinton) que se dedican a armar jaleos y líos!.

“Espero sinceramente que estos tipos terminan en la cárcel y que nunca lo repitan” decía Trump refiriéndose a los “comunistas” de Chicago. “Eso les creará antecedentes que tendrán que explicar no solo cuando traten de encontrar un trabajo, sino a su padre y a su madre y ¿saben que? Yo también voy a presentar acusaciones contra ellos. No quiero arruinarles la vida, pero el único modo en el que van a parar esta locura es que si nosotros nos presentamos como acusación”. Aunque no está claro a qué tipo de acusación se refería.

En Kansas City, Trump intentó explicar su discurso una vez más, pero gritos contra sus posiciones radicales y xenófobas interrumpían sus explicaciones. Hasta tal punto que Trump entró al trapo. Les llamó “comunistas seguidores de Bernie Sanders” y pidió a la policía y a la seguridad del evento que los echaran fuera. Una vez expulsados, la policía usó spray pimienta en dos ocasiones contra los manifestantes. Cuatro personas han sido arrestadas pero no hay heridos de gravedad ni se ha dañado la propiedad municipal según la policía.

Por si esto fuera poco, Trump se tambalea, y lo digo en el sentido real de la palabra. En ese mismo mitin en Kansas City un individuo trató de llegar al estrado desde el que hablaba y la seguridad se abalanzó sobre el (aunque parece que se trataba de un simpatizante). En el forcejeo el atril en el que estaba Trump se tambaleó y se vio al aspirante a candidato agarrarse afanosamente a algún lado para no terminar con su osamenta en el suelo. No porque el golpe hubiera sido mucho sino por las chanzas a las que habría dado pie.

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