Primavera

Madrid

Primavera. Yo durante una época le tenía mucha manía a las noticias que eran sobre esto. Lo que pasa es que los periodistas locales tenemos un instinto de supervivencia tan acusado que podemos convertir un temporal en invierno, o una ola de calor en verano, en algo fuera de lo común. Algo tan lleno de detalles, y contado con tan entusiasmo, que la gente llega a pensar que cada año hay cuatro estaciones nuevas.

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Y a lo mejor se necesita que en una época tan cargada informativamente de repente la noticia sea que llegue la primavera. Estamos anunciando cosas históricas todo el rato. Cuando eso pasa, de repente lo extraordinario pasa a ser lo natural. Hoy por ejemplo los diarios abren con una visita histórica: la de Obama a Cuba. Ante eso, la llegada de la primavera es como decir (y decir, además, literalmente): el planeta sigue girando. La actualidad necesita cosas así. Hace años un periodico local tituló en portada a cinco columnas: "El mundo se acabará mañana". Y en el subtítulo decía: "Según una adivina brasileña".

Quizá el mundo estará más cerca de acabarse cuando nos quedemos sin primavera que cuando nos quedemos sin Obama. Depende de cómo sea de templado el invierno y depende de quién venga después de Obama.