Judas: El malo de la película

Madrid

Los evangelios dicen muy poco de Judas. Le colocan siempre el último en la lista de los doce apóstoles y siempre se apostilla que fue el que traicionó y vendió a Jesús. A lo largo de los siglos se han barajado varias teorías que explican por qué Judas traicionó a Cristo. San Juan dice en su evangelio que Judas llevaba la bolsa común y se llevaba lo que en ella echaban. Son muchos los estudiosos que afirman que Judas amó profundamente a Jesús, un amor intenso que poco a poco se fue convirtiendo en odio.

Hay otras teorías. Judas provenía de Judea y no de Galilea como el resto de los apóstoles. Los habitantes de Judea, o sea los propiamente judíos, despreciaban a los galileos. Les consideraban religiosamente impuros y heréticos. Si Judas era de Judea tenía que sentirse religiosamente más cerca de los fariseos que de los demás apóstoles.

Judas era además probablemente un zelote. Es decir militaba activamente en este grupo político nacionalista que se oponía, con las armas al poder de Roma. Al principio pensaba que Cristo iba a levantarse contra los romanos, que iba a ser el líder de la rebelión. Luego cuando descubrió que su mensaje se quedaba solo en lo filosófico y en lo religioso se sintió decepcionado y le traicionó.

Y luego está la interpretación de Judas como personaje necesario. Fue un instrumento necesario para la redención. Cumplió con su deber. Cristo debía ser traicionado y él aceptó ese papel. Más que sentir odió por él habría que considerarle como un héroe o un mártir.

El Judas más famoso del cine es, sin duda, Carl Anderson, el Judas de Jesucristo Superstar. Sustituyó a última hora al actor que iba a interpretar a este personaje en el teatro y repitió el papel en el cine. Posteriormente intervino en algún otro título como El Color Púrpura y en series de televisión pero se dedicó casi exclusivamente a representar durante años el papel de Judas en Jesucristo Superstar. Murió de leucemia el año 2004.

La figura de Judas trasciende lo puramente religioso. Judas es un símbolo humano y revela una condición que puede aflorar en todos los hombres. La de traidor.