"Quizás no le guste la Democracia"

Madrid

Felix de Azúa, academico de la Real Academia de la Lengua, ha calificado hoy a los electores españoles, o sea todos nosotros, de borrachos por los resultados que arrojaron las últimas elecciones. Y de la alcaldesa de Barcelona ha dicho que es una mujer que debería estar sirviendo en un puesto de pescado. Son sólo dos de las perlas que el académico ha dejado en una entrevista que ha publicado la revista Tiempo.

En este país parece que ponerse un esmoquin y sentarse en un sillón académico o tener cierto número de libros publicados te dota de una superioridad intelectual que te permite decir barbaridades de este calibre. Y no vale decir que ha sido un desliz, un mal momento en una entrevista y que este mal momento no puede empañar una carrera literaria, porque sí puede. Porque nadie, desde ninguna altura intelectual, puede criticar el sentido del voto de todos nosotros, votemos derecha, izquierda o centro... votamos lo que queremos, y sobrios, si a Félix de Azúa no le gusta el resultado, quizás es que lo que no le gusta es la Democracia.

Y descalificar la gestión de Ada Colau diciendo que mejor que vendiera pescado no solo es descalificar a alguien que ha sido elegida democraticamente, con los votos de los borrachos según el académico, sino que es descalificar a quien se gana la vida vendiendo pescado, algo mucho más esclavo y mucho más sacrificado que ser académico de la lengua.

Y para los que piensan que no vale la pena perder el tiempo comentando las declaraciones de Azúa, no sólo vale la pena sino que es necesario. Porque este país tiene una realidad muy alejada de la que representa este académico, su realidad es solo la de unos pocos que nos contemplan desde una atalaya. La realidad de la mayoría es infinitamente más dura, pero afortunadamente mucho más honesta.